Por: Milagros Céspedes Alvarez, coach PNL, directora CES Latam
Históricamente, la seguridad corporativa se percibía como un territorio dominado por hombres. Sin embargo, a medida que las empresas reconocen la necesidad de enfoques más holísticos y adaptativos para gestionar las amenazas de un entorno empresarial cada vez más complejo, las organizaciones están recurriendo a diversas perspectivas, experiencias y habilidades para abordar estos desafíos.
Y en este mundo dinámico y desafiante de la seguridad corporativa, un cambio importante está ocurriendo, las mujeres estamos ocupando roles cada vez más relevantes y estratégicos. Este incremento, no solo refleja un cambio en la dinámica de género dentro de las organizaciones, sino que también destaca el valor único que aportamos las mujeres a la gestión de riesgos, prevención de pérdidas, protección de activos y la continuidad del negocio.
Las ejecutivas en seguridad corporativa estamos aportando una serie de cualidades y habilidades que son esenciales en el panorama actual. Algunas de ellas son:
1. Inteligencia emocional y habilidades de comunicación: solemos tener una mayor sensibilidad hacia las dinámicas interpersonales y una capacidad innata para fomentar la colaboración y el entendimiento. Estas habilidades son críticas en la gestión de crisis, negociaciones con partes interesadas y construcción de relaciones de confianza con empleados y clientes.
2. Pensamiento estratégico y gestión de riesgos: a menudo tenemos una perspectiva multifacética y una habilidad para pensar de manera estratégica a largo plazo. Podemos combinar análisis detallados con una visión global para anticipar y mitigar riesgos emergentes, adaptando constantemente las estrategias de seguridad para mantenernos al día con las amenazas cambiantes.
3. Creatividad e innovación: tendemos a adoptar un enfoque creativo para resolver problemas, buscando soluciones innovadoras y fuera de lo convencional. Esta mentalidad innovadora es invaluable en un entorno donde las amenazas cibernéticas, por ejemplo, están en constante evolución y requieren respuestas ágiles y originales.
4. Resiliencia y liderazgo inclusivo: a menudo hemos enfrentado y superado obstáculos significativos en nuestras carreras, lo que nos brinda resiliencia y determinación. Nuestro estilo de liderazgo inclusivo fomenta un ambiente de trabajo diverso y equitativo, donde todas las voces son valoradas y respetadas, lo que a su vez fortalece la cohesión del equipo y la capacidad de respuesta ante crisis.
Nuestro aporte como mujeres ejecutivas en seguridad corporativa no solo se limita a la mejora de la eficacia operativa, sino que también tiene un impacto positivo en la cultura organizacional y en la percepción externa de la empresa. La diversidad de género en posiciones de liderazgo no solo es un imperativo ético, sino también una ventaja competitiva en un mundo empresarial cada vez más globalizado y diverso.
A medida que continuamos avanzando hacia un futuro donde la seguridad corporativa es fundamental para la resiliencia y sostenibilidad de las organizaciones, es crucial reconocer y valorar el papel fundamental que desempeñamos las mujeres ejecutivas en el campo de la seguridad. Nuestra contribución no solo está dando forma al presente, sino que también está allanando el camino para un futuro más seguro y equitativo para todos.